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¿Quien era Fidelito, el hijo científico de Fidel Castro que se suicidó

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¿Quién era ‘Fidelito’, el hijo científico de Fidel Castro que se suicidó?: Con extraordinario parecido físico a su padre, incluyendo estatura y la barba, Fidel Castro Díaz-Balart fue hijo del matrimonio del líder de la revolución cubana con Mirtha Díaz-Balart, su primera esposa, de quien se separó antes del triunfo revolucionario de 1959.

Fidel Castro Díaz-Balart, primogénito del ex presidente cubano Fidel Castro y que se quitó la vida a los 69 años tras una fuerte depresión, dedicó su vida a la ciencia y llegó a dirigir la política nuclear de su país, una responsabilidad que lo hizo caer en desgracia con su padre durante años.

(Lea: Hijo mayor de Fidel Castro se suicidó, informa la televisión estatal de Cuba)

Nacido en La Habana el 1 de septiembre de 1949, Fidelito -como se le conocía en su país- fue el único hijo del matrimonio del ex presidente cubano y Mirtha Díaz-Balart, quienes se conocieron cuando Fidel estudiaba Derecho y se casaron el 10 de octubre de 1948.

El matrimonio no duró muchos años y coincidió con la etapa en la que Castro fue detenido por el asalto al cuartel de Moncada (Santiago de Cuba) y posterior encarcelamiento en la isla de Pinos.

En 1954, antes de su excarcelación, su esposa le comunicó que había solicitado el divorcio y tras la separación, Mirtha Díaz Balart volvió a casarse con el abogado Emilio Núñez Blanco, y fijó su residencia en Madrid en los años setenta.

Varios familiares de la madre del primogénito de Fidel Castro habían ocupado puestos de responsabilidad en el gobierno de Fulgencio Batista o en el ala juvenil del partido que apoyaba a éste.

Fidelito vivió junto a su madre hasta los diez años.

Después de realizar estudios en su país, donde mostró gran interés por las matemáticas, se trasladó a la Unión Soviética donde se doctoró en Ciencias Físico Matemáticas por el Instituto de Energía Atómica I. V. Kurchatov de Moscú y se graduó “suma cum laude” en Física Nuclear por la Universidad Estatal M. V. Lomonosov de Moscú (1974) y su filial del Instituto Unificado de Investigaciones Nucleares (JINR).

De regreso a Cuba obtuvo un segundo doctorado en Ciencias por el Instituto Superior de Ciencias y Tecnología Nucleares de La Habana.

Además, cursó estudios de postgrado y maestrías en Reactores Nucleares, en Métodos Modernos de Dirección en la Academia de Economía Nacional adscrita al Consejo de Ministros de la ex URSS y en Dirección Integrada de Proyectos en la Escuela de Organización Industrial (EOI) de Madrid.

Desde su creación en 1980 fue secretario ejecutivo de la Comisión de Energía Atómica de Cuba y de la Secretaría Ejecutiva de Asuntos Nucleares. Desde estos puestos fue el máximo responsable de la política nuclear cubana.

Durante su etapa, en 1982, se empezó a construir con tecnología y apoyo soviético la que debía ser la primera central nuclear del país, situada en Juragua (Cienfuegos), compuesta por cuatro reactores “vver-440” de 440 megavatios cada uno.

El primero de los reactores debía entrar en funcionamiento en 1991, pero la caída de la URSS obligó a paralizar su construcción en septiembre de 1992, cuando ya se encontraba al 75 por ciento de ejecución y tras una inversión de 1.200 millones de dólares.

En febrero de 1989 el hijo mayor de Fidel firmó con la URSS un acuerdo sobre supervisión y seguridad de los trabajos de la central cubana, que contemplaba el equipamiento y adiestramiento de cubanos en esta área. También firmó convenios de colaboración similares con India (1986), Argentina, México, Brasil o Irán.

Compatibilizó estas actividades en el sector nuclear con los de representante cubano ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) entre 1983 y 1992, jefe de la sección de Ciencias Exactas y Naturales de la Junta Científica Central de la Academia de Ciencias de Cuba (1984-1993) y presidente del Grupo de Coordinación de los Países No Alineados para los usos pacíficos de la Energía Atómica (1983-87).

El 17 de junio de 1992 el diario estatal Granma anunció su destitución al frente de la Secretaría de Asuntos Nucleares.

Al mes siguiente, su padre achacó la decisión a “ineficiencia en el desempeño de sus funciones”, aunque otros vieron en su cese un complot militar para obligar al comandante a dejar el poder mediante un supuesto escándalo en el que estaba involucrado su vástago.

Su hermanastra Alina Fernández declaró desde el exilio en 1993 que Castro Díaz-Balart estaba supuestamente involucrado en la desaparición de 6 millones de dólares del presupuesto de la central nuclear.

Después de siete años de ostracismo, regresó a la luz pública en 1999 para ocupar un cargo de asesor en el Ministerio de la Industria Básica y dedicarse a la divulgación científica como físico nuclear.

También fue catedrático del Instituto Superior de Ciencias Avanzadas y Tecnología de La Habana y asesor del Consejo de Estado para la Ciencia, la Tecnología y el Medio Ambiente.

Realizó habituales visitas a España y en junio de 2007 emprendió una gira por Turquía, Egipto, Yemen, Qatar y Siria para impulsar la cooperación científica bilateral.

En octubre de 2015 viajó a Kazajistán, donde visitó centros de desarrollo tecnológico y científico, y China, donde se entrevistó con la viceprimera ministra china Liu Yandong, en ambos casos para impulsar los intercambios científicos.

Un año después, en septiembre de 2106, participó en Moscú en la Conferencia Mundial de la Asociación Internacional de Parques Tecnológicos (IASP), acto en el que conversó con el primer ministro ruso, Dimitri Mevdédev.

Además, desarrolló una prolífica labor como escritor en el campo de la energía nuclear, con títulos como “Elementos y reflexiones en torno a la Política Científica Nacional” (1985); el ensayo “Nuclear Energy in the national economy of the Republic of Cuba” (1986); “Espacio y tiempo en la filosofía y la física” (1988) y “Energía nuclear y desarrollo” (1990).

También es obra suya “El gran desafío del Tercer Milenio. Energía nuclear: peligro ambiental o solución para el futuro” (1997), en el que ilustró la construcción de la central cubana de Juragua y defendió el uso pacífico de esta energía (también titulado: Energía nuclear: ¿Peligro ambiental o solución para el siglo XXI”, 1999).

Otros de sus títulos fueron “Ciencia, innovación y futuro” (2000); “Ciencia, Innovación y Futuro” (2012), en el que profundizó en los retos de la industria en el siglo XXI para usar de modo inteligente y racional sus recursos y “Ciencia para la innovación: experiencia cubana” (2016).

Coordinó asimismo la obra “Cuba. Amanecer del Tercer Milenio” (2002), en el que varios científicos de la isla explican el desarrollo tecnológico de su país en diversos campos.

Como experto internacional participó en planes temáticos de investigación para el Grupo de Investigación de los Reactores de Potencia Cero y el Empleo de los Generadores de Neutrones, ambos en Hungría, y en el Programa de Investigación de los Datos Nucleares, en Rusia.

Era miembro de la Academia de Ciencias de Cuba, de la sociedad Económica Amigos del País, de la Sociedad Cubana de Física, de la Asociación Iberoamericana de Innovación Tecnológica (ALTEC) y de la Sociedad Española para la Historia de la Ciencia y la Tecnología.

En septiembre de 2013 fue investido doctor honoris causa por la Universidad Estatal de Moscú, en la que se especializó en Física Nuclear, con un nombre falso -José Raúl Fernández- con el fin de garantizar su seguridad.

Al igual que ocurrió con la vida privada de su padre, fallecido el 25 de noviembre de 2016, tampoco se conocen muchos datos de la suya.

Estuvo casado en primeras nupcias con la rusa Natasha Smirnova, con la que tuvo tres hijos, todos los cuales estudiaron en España: Mirta María, Fidel Antonio y José Raúl.

Tras divorciarse de Smirnova contrajo matrimonio con la cubana María Victoria Barreiro, hija del general de la Seguridad del Estado Luis Barreiro.

El Mundo/AFP/Efe

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Internacional

Multitudinarias marchas en defensa de la universidad pública en Argentina (+ videos)

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Argentina protesta en defensa de la universidad pública - Agencia Carabobeña de Noticias
Foto: EFE
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Argentina protesta en defensa de la universidad pública. Miles de estudiantes universitarios llenaban las calles del país este martes 23 de abril para repudiar el recorte de fondos, que se declaró en estado de emergencia presupuestaria en el marco de la política de ajuste del presidente Javier Milei.

En las principales ciudades del país, estudiantes, egresados y docentes de las 57 universidades nacionales de gestión estatal llamaron a marchar “en defensa de la educación universitaria pública y gratuita”.

Las manifestaciones se dieron en Santa Fe, Mendoza, Entre Ríos, Río Negro, Neuquén, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Catamarca y Chubut y Buenos Aires.

​Entre 100.000 personas, según la policía, y medio millón, según la Universidad de Buenos Aires (UBA), se congregaron en la capital argentina. Mientras otras decenas de miles protestaron en ciudades del interior.

Centrales obreras y partidos opositores se adhirieron a la convocatoria y los profesores universitarios acompañaron con una huelga.

También puede leer: Estas palabras en español no tienen traducción literal a inglés

Argentina protesta en defensa de la universidad pública

En la capital argentina, nutridas columnas se agruparon en torno a las sedes de las 13 facultades de la Univesidad de Buenos Aires (UBA) para marchar por la tarde hacia la Plaza de Mayo.

Los manifestantes llevaban libros en señal de protesta y carteles con viñetas de la emblemática tira cómica “Mafalda”.

Argentina protesta en defensa de la universidad pública - Agencia Carabobeña de Noticias

Foto: @GabrielCastroOK

​Uno de ellos, Pablo Vicenti, de 22 años y en tercer año de Medicina en la UBA, se dijo indignado por “el ataque brutal del gobierno” a la universidad pública. “Quieren desfinanciarla con un cuento falso de que no hay plata. Sí tienen, pero eligen no gastarla en la educación pública”, declaró a la AFP.

En la ciudad de Córdoba, centro del país y sede de la prestigiosa universidad homónina, decenas de miles de estudiantes colmaron las calles también llevando en alto libros.

Las universidades se declararon en emergencia presupuestaria luego de que el gobierno resolvió prorrogar para este año el mismo presupuesto que recibieron en 2023. No obstante la inflación interanual que en marzo rozó el 290%.

El anuncio de Milei

“No esperen la salida de la mano del gasto público”, advirtió Milei el lunes al anunciar en cadena nacional que las cuentas públicas registraron superávit en el primer trimestre. Aunque al precio de miles de despidos y el desplome de la actividad económica y del consumo.

La semana pasada, y al calor de las protestas universitarias, Milei concedió “aumentar en 70 % las partidas de gastos de funcionamiento en marzo y otro 70 % en mayo”. Además de una suma extraordinaria para hospitales universitarios, con lo cual el gobierno considera que la discusión “está saldada”. Dijo este martes el portavoz presidencial, Manuel Adorni.

Los gastos de funcionamiento excluyen los salarios docentes, que representan el 90 % del presupuesto universitario.

Categorías docentes en la pobreza

​”De las cuatro categorías docentes, tres han caído bajo la línea de pobreza”, afirmó el rector de la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Moriñigo, al dar cuenta de una escala salarial docente cuyo piso es de 100.000 pesos mensuales (112 dólares).

Además, las tarifas de energía treparon un 500 % este mes poniendo a las universidades al borde de la parálisis, dijeron autoridades.

Argentina protesta en defensa de la universidad pública - Agencia Carabobeña de Noticias

“Al ritmo al que nos están dando dinero, solo podremos funcionar entre dos y tres meses”. Aseguró el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi.

Para Rubén Arena, docente y graduado de la facultad de Ciencias Económicas, la protesta busca “defender el futuro de Argentina y muchas generaciones que van a poder acceder a una educación de excelencia”.

El recorte de gastos es necesario, dijo el manifestante de 48 años. “Pero no como se está ajustando en las universidades, que permiten un movimiento social ascendente”.

Puso en duda transparencia

​Milei puso en duda la transparencia del uso de los fondos y la calidad de la enseñanza al sugerir que las universidades públicas “se usan para hacer negocios turbios y adoctrinar”. Según escribió en la red X el fin de semana.

“No podemos poner en sospecha 200 años de historia. Aún con muy bajo presupuesto la UBA está entre las tres mejores de América Latina”. Señaló al respecto el decano de la Facultad de Medicina de la UBA, Luis Brusco.

Unos 2,2 millones estudian en sistema público

Unos 2,2 millones de personas estudian en el sistema universitario público, elegido por el 80 % de los estudiantes frente a las instituciones privadas. En un país con casi la mitad de su población de 47 millones de personas en la pobreza.

​El sistema estatal de enseñanza superior goza de gran prestigio académico y fue cuna de los cinco premios Nobel de Argentina -tres de ellos en ciencias duras-, además de desarrollos científicos y tecnológicos reconocidos a nivel mundial.

La semana pasada varios edificios dependientes de la UBA tuvieron que racionar el uso de elevadores, apagar luces en espacios comunes, limitar los horarios de bibliotecas, reducir el uso de agua caliente y limitar programas de extensión universitaria, como parte de las medidas de emergencia.

ACN/MAS/AFP

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