La noche de este domingo, la cadena HBO transmitió en horario estelar el espectacular final de la octava y última temporada, de la serie que atrapó millones de fanáticos en todo el mundo: Juego de Tronos (Game of Thrones).

La expectativa, que habían mantenido los fanáticos de la serie durante las últimas semanas, se vió de pronto colmada por los explosivos sucesos que enmudecieron a propios y extraños en el último capítulo

Si aún no has visto el capitulo final de la serie, debes saber que de este punto en adelante la presente nota informativa estará full de spoilers.

El giro hacia la locura de Daenerys

Daenerys Targaryen, la rompedora de cadenas, madre de los dragones, nacida de la tormenta, ya había entrado en cólera desde el capítulo anterior, contra los aliados de Cersei Lannister, mientras decidió transformar en cenizas la ciudad capital, Desembarco del Rey (King’s Landing).

La reina Khaleesi, montada e su dragon “Drogon” sobrevoló Desembarco del Rey, atacando sin piedad a todos sus habitantes a pesar de que la ciudad ya se había rendido, tocando las campanas en señal de sumisión ante el ejercito de Daenerys.

Pero la mirada de la reina de Meereen, nacida de la tormenta (Stormborn), había cambiado a una expresión desencajada y llena de odio.

La venganza contra sus enemigos, ardió en su corazón tras la muerte de su otro dragón “Viserion” en las tierras del norte y la ejecución de Missandei en “Desembarco del Rey”, así como las traiciones de Jon Snow y Tyrion Lannister, transformaron a la reina en una verdadera asesina.

En el último episodio de la serie, Daenerys Targaryen aplasta a sus enemigos, triunfa de forma avasallante y se proclama Reina de los Siete Reinos, ante sus tropas en King’s Landing.

La difícil decisión de Jon

Si alguien probó ser leal a la justicia, durante las ocho temporadas se la serie, fue el hijo bastardo de la casa Stark, Jon Snow. Tras los abominables crímenes de guerra cometidos por su Reina Daenerys; Jon se ve muy perturbado durante el último capítulo.

De hecho, una vez derrotado el ejercito de los Lannister, Jon casi provoca un enfrentamiento entre los inmaculados y sus los aliados, para detener una ejecución de prisioneros de guerra, efectuada por Gusano Gris (comandante de los inmaculados); a los pies de la citadela en Desembarco del Rey.

Es en la visita que Jon realiza al prisionero y exmano de la reina, Tyrion Lannister, cuando este último lo confronta con sus mas profundos temores: una tiranía sin precedentes se abalanzará sin control sobre los siete reinos, de la mano de la reina embriagada de poder y venganza; Snow debe evitarlo.

En la escena de la cámara del Trono de Hierro, Danerys alcanza a tocarlo antes de ser interrumpida por la presencia Snow. Tras un breve diálogo, Jon confirma el perturbado estado mental en el que se encuentra su querida reina; quién le comenta sus planes para subyugar a todos en los siete reinos.

Jon Snow decide ponerle fin a la vida de Daenerys, en una escena que parece sacada de una novela de Shakespeare: con un beso y una daga en el corazón termina con la vida de la reina. Tras el suceso, Drogon siente la muerte de Danerys y sube a la cámara del trono.

En un giro de la trama, “Drogon” en actitud desafiante incinera el trono de hierro; fundiéndolo completamente. Posteriormente, toma el cuerpo de Daenerys Targaryen y vuela hacia el horizonte hasta perderse de vista.

Destino final de los siete reinos

Tras la muerte de Daenerys, los nobles se reúnen en el patio de la citadela; donde Tyrion (aun prisionero de los inmaculados), propone que el nuevo monarca sea electo por los nobles presentes; y tras un discurso memorable propone que sea Bran Stark el que ocupe el trono.

De esta manera, los nobles confirman su aceptación al Rey Bran “El Quebrado”; excepto su hermana Sansa, quien decide mantener el reino del norte separado de la confederación. Bran Stark es el Rey de los Seis Reinos y protector del reino del norte.

Jon Snow, es condenado a regresar al gran muro del norte; en una vida se servicio célibe en la guardia nocturna. Jon acepta su destino con humildad, despidiéndose de rodillas ante su Rey antes de embarcarse hacia el norte.

Arya Stark, decide explorar las tierras que se encuentran hacia el oeste de Westeros; transformándose en una suerte de navegante/exploradora al estilo de Fernando de Magallanes o Cristóbal Colón.

En la escena final, Jon Snow sale de la muralla junto al pueblo del norte; internándose en el frío bosque norteño dispuesto a cumplir con su sentencia de ser un fiel caballero de la guardia nocturna hasta el final de sus días.

ACN/LaVanguardia.com/HBOLatam

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