Opresión y represión: Por Cora Páez de Topel.-  Dos décadas de represión por parte de la dictadura castro-comunista que oprime a los venezolanos impidiéndoles una vida digna, como se lo merecería un pueblo que en el s.XX sufrió dos dictaduras,  contra las cuales luchó para lograr la tan ansiada democracia que supo valorar con la alternancia en el poder durante 40 años  de los dos principales  partidos – Acción Democrática y Copei -,  hasta  llegar de forma limpia y transparente a elegir a poco del inicio del s. XXI  una tercera opción encabezada por un militar golpista que,  con muchas artimañas, logró atraer a los electores confiados en que resolvería el problema de la corrupción y de la pobreza que no se habían logrado superar.

La decepción de tal error la estamos pagando los venezolanos hastiados del engaño de un líder populista,  quien desde La Habana se ocupó de armar el entramado para girar la dirección política hacia su campo de batalla.  No logró Chávez ver el desastre que propició puesto que la muerte se lo impidió, pero otra de sus grandes equivocaciones fue haber dejado a un sucesor tiránico, también formado en La Habana por los hermanos Castro,  para hacer de Venezuela otra Cuba empobrecida y sin libertad.  Es deprimente ver el daño que se le ha hecho a Venezuela en lo que va del s. XXI.  Entristece el deterioro de la infraestructura que por falta de mantenimiento y de inversión no ofrece los servicios públicos eficientes de cualquier país desarrollado:  la luz, el agua, el gas, el teléfono, la gasolina,  el transporte.  La escasez de dinero y la falta de efectivo, de alimentos  y medicinas.  La hiperinflación se traga los salarios de los trabajadores.

Pero todo tiene su tiempo y el cansancio de tantos desaciertos no aguanta más. En Venezuela no hay conflictos étnicos, ni religiosos, ni culturales, pero en estos últimos años se ha desatado la violencia militar y judicial.  Hay que extraer el componente cubano de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos de seguridad civil.  Hay que neutralizar los grupos irregulares , paramilitares, colectivos armados, guerrillas, pranes.  El pasado 11 de Mayo, el presidente de la Asamblea Nacional, encargado interino de la presidencia de la República, Juan Guaidó, informó que envió una carta al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, para solicitar la reincorporación de Venezuela al Tratado Internacional de Asistencia Recíproca

2.-  OPRESION Y REPRESION.

(TIAR) .  Las normas del TIAR sostienen que los países miembros condenan formalmente la guerra y buscan soluciones pacíficas a los conflictos mutuos.  Pedimos una coalición internacional con un propósito humanitario.

Asimismo solicitó Juan Guaidó al Embajador en los Estados Unidos, Carlos Vechio, reunirse con líderes del Comando Sur para establecer relaciones directas en materia de cooperación para lograr la presión necesaria.  El habla de cooperación, porque la intervención en Venezuela ya existe con la participación de cubanos en las Fuerzas Armadas, ejerciendo de inteligencia y de contrainteligencia, de  las FARC y del  ELN en nuestro territorio.  El Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Craig S. Faller, se puso a la orden para restaurar el hilo constitucional,   enfatizando  que todo depende de que los demás países también presten su ayuda.

La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos – CIDH – pide restituir las libertades fundamentales, así como garantizar la inmunidad de los miembros del Parlamento Nacional.  Sin prestar atención a estos requerimientos, el gobierno detuvo al Vice- Presidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, al igual que a otros diputados.  Los soldados de la Guardia Nacional  cierran las puertas de la Asamblea y los diputados tienen que esconderse en embajadas y casas de seguridad para escapar de la captura por parte del régimen.  En cuanto a la afirmación de los aliados europeos reunidos en Noruega para asegurar un pacto negociado con representantes del gobierno y de la oposición, Juan Guaidó aseguró que él no se prestará a falsas negociaciones.

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