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Todo sobre caída sin precedentes del petróleo

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Todo sobre caída sin precedentes de precios del petróleo: Por Rafael Ramírez.-

Esta semana el precio del petróleo sigue a la baja, a pesar del recorte sin precedentes de los países de la OPEP+ y el fin de la guerra de precios entre la Federación Rusa y el Reino de Arabia Saudita.

El recorte de 9,7 millones de barriles, anunciado el pasado domingo, luego del intento fallido de acuerdo en la reunión de la OPEP+ del pasado jueves 09 de abril por la negativa de México, no tuvo el efecto esperado de contener la caída del precio del petróleo, por el contrario este ha continuado cayendo.



El recorte es percibido en el mercado como insuficiente, puesto que la caída de la demanda de petróleo supera el volumen acordado por la OPEP+, más aún cuando el mismo entra en vigencia el 1ro de mayo por dos meses. A partir del 1ro de julio, el recorte será menor, 7,7 millones de barriles día hasta diciembre de 2020 y a partir del 1ero de enero del 2021 hasta el 2022, el recorte será de 5,8 millones de barriles día.

Por otra parte, el recorte de producción es un sacrificio hecho solo por los países de la OPEP+. Ni los EEUU, ni el resto de los países productores de petróleo del G-20 parecen estar dispuestos a tomar ninguna medida de recorte voluntario de su propia producción. Así, la reunión de ministros de Energía del G-20, realizada el mismo día viernes 10 de abril, concluyó sin ningún compromiso de recorte, cuando algunos ministros de la OPEP+ esperaban, y así lo declararon, que estos redujeran en 5 millones de barriles día de petróleo su producción para acompañar el esfuerzo.

La demanda de petróleo sigue mostrando una caída sin precedentes, a la par del impacto que la economía mundial ha sufrido por los efectos del COVID-19 y las masivas restricciones a los viales, desplazamientos y actividad económica de las principales economías mundiales, como es el caso de EEUU, Europa y Asia.

Esta semana, tanto el Informe mensual de Monitoreo del Mercado de la OPEP, emitido con 15 días de retraso en espera de algún acuerdo en la OPEP+, así como el reporte de la Agencia Internacional de Energía, coinciden en estimar una caída abrupta de la demanda de petróleo para el 2020, de 6,9 millones y 9 millones de barriles día de petróleo respectivamente, una caída de 7% y 10% respecto a la demanda de 99 millones del mes de marzo de este mismo año. Incluso la OPEP estima que, para el segundo trimestre de este año, la caída será de 20 millones de barriles día de petróleo.

Por otra parte, todas las agencias coinciden en advertir que los almacenamientos o inventarios comerciales y estratégicos de petróleo de los países más desarrollados, agrupados en la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), y China están alcanzando niveles máximos y que podrían estar rebasados en su capacidad para el mediados de año.

La cantidad tan elevada de inventario de petróleo solo indica que no hay demanda que absorba la producción petrolera en este momento y que, por el contrario, su producción, no tendrá manera de ser ubicada, por lo que sufrirá un corte abrupto.



Por otra parte, los altos inventarios de petróleo le otorgan a los países consumidores un margen muy elevado de cobertura; el “drenaje” de estos tomará tiempo hasta llegar al promedio de los últimos cinco años, lo cual, sumado a la incertidumbre sobre la recuperación de la economía mundial, hace predecir un periodo prolongado de precios bajos.

El desacuerdo de la reunión de la OPEP+ y la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, no solo fue desafortunado, sino inoportuno para el mercado petrolero. Todo el mes de marzo y abril se ha inundando el mercado de petróleo barato que, nadie consume y llena los inventarios. Esto, sumado a la incertidumbre sobre el desarrollo de la economía durante y después del COVID-19, impedirá que el precio repunte por algún tiempo, que podría llegar hasta el 2022.

La situación es de tal dimensión que pareciera se impone un monitoreo cercano del mercado por parte de la OPEP+: una próxima reunión el 01 de julio, como se planteó, puede ser muy lejos dadas las circunstancias del mercado. Los países productores agrupados en la OPEP+ deberían presionar para que otros grandes productores, como EEUU, Canadá, Brasil y México, acompañen de manera efectiva el recorte de la OPEP+. Es el momento de hacer este esfuerzo y exigir mayor compromiso, sobre EEUU, Canadá y Brasil, de lo contrario, el efecto sobre sus propia producción será devastador al ser el petróleo de estos países, precisamente el de mayores costos de producción.

Mirada Estratégica.

Varios elementos quedan en evidencia en esta crisis del mercado petrolero.

La debilidad de la OPEP como organización es evidente. Buena parte de sus países miembros fundadores han perdido influencia o capacidad de decisión o están fuera de la organización. Iraq, Libia, Irán y Argelia han sido objeto de invasiones, guerras, sanciones y desestabilización política. El caso de Venezuela es un proceso de autodestrucción de capacidades y Catar se retiró de la organización. A pesar de que han llegado nuevos actores a la misma, estos no tienen el peso, ni sustituyen las carencias de los países mencionados.



La OPEP es hoy día la caja de resonancia de las monarquías del Golfo Pérsico y en particular del Reino de Arabia Saudita. Esta situación le resta a la organización su fuerza originaria: una instancia de países productores de petróleo en vías de desarrollo donde se discutía de política petrolera y se tomaban decisiones que correspondian al interés de todos sus miembros y no a la estrategia particular de algún miembro en particular.

El nivel de la discusión política en el seno de la OPEP+ ha caído al mínimo, prevaleciendo cada vez más los intereses de las compañías, las cuales, por supuesto, son de naturaleza distinta a la de los Estados allí representados.

La OPEP de hoy día, por ejemplo, luce disminuida ante la OPEP del 2008, donde se hizo frente a la caída de la demanda por la crisis económica, la cual arrastró hacia la baja a toda la economía mundial y derrumbó el precio desde 130 dólares el barril a 35 dólares el barril en solo 3 meses. En una reunión extraordinaria celebrada en diciembre de ese mismo año en la ciudad de Orán, Argelia, con la presencia del presidente Bouteflika, se acordó un masivo recorte de producción de 4,5 millones de barriles día, sin detenernos a esperar el apoyo de ningún otro país, con disciplina y sacrificando nuestra producción. Luego, reuniones y consultas permanentes entre los ministros, mostrando unidad y determinación ante los mercados, pudimos levantar el precio desde los 35 dólares el barril de enero de 2009 hasta los 91 dólares por barril a diciembre del mismo año.

La OPEP+, aunque es una iniciativa que agrega al esfuerzo de coordinación en defensa del precio del petróleo a un gran productor como lo es la Federación Rusa, a la vez, convierte sus reuniones en un permanente pulso entre los intereses y puntos de vista de los jefes de Estado de Rusia y Arabia Saudita, dos de los tres mayores productores de petróleo en el mundo. El acuerdo es entre ellos, el resto de los países no hacen más que plegarse a sus estrategias.

La Federación Rusa es un poderoso país, segundo productor de petróleo del mundo y potencia nuclear con claros intereses geopolíticos que prioriza a la hora de buscar acuerdos. Por otra parte, el peso de las empresas rusas productoras de petróleo es muy importante en el país, por lo que la mayoría de las veces logran que sus intereses comerciales o de mercado sean los que prevalecen en las decisiones del gobierno.

Por su parte, el Reino de Arabia Saudita siempre ha intentado de atajar a Rusia en su estrategia de despliegue en las áreas del conflicto del Medio Oriente, por lo que, a partir del año 2014, han tomado la política de condicionar cualquier acuerdo de estabilización del mercado petrolero y recortes de producción a que Rusia también recorte su propia producción.



La guerra de precios entre estos dos grandes países no es nueva, tiene su antecedente en 2014 cuando, a instancias de Venezuela, se intentó un esfuerzo de acuerdos entre los dos grandes para estabilizar el mercado. Pudimos entonces presenciar el choque entre el ministro saudita Ali al Naimi y el presidente de Rosneft I. Sechin, quien lideraba la delegación rusa, donde también estaba el secretario de Energía de México, Pedro Joaquín Coldwell, choque que dejó claro para nosotros que la decisión de ambos países era no ceder y, por el contrario, que estaban dispuestos a ir a una guerra de precios con tal de debilitar la posición del otro.

EEUU se ha convertido en el mayor productor de petróleo del mundo, gracias a la explotación del petróleo de esquisto o Shale Oil, mas no así, un gran exportador, debido a su alto consumo. Pero sus 13 millones de barriles día de petróleo, le otorgan beligerancia en el mercado, condición que ha aprovechado el presidente D. Trump.

Esta administración norteamericana, a diferencia de la administración de Barack Obama, o del programa del partido Demócrata, está empeñada en el desarrollo de su economía utilizando todos los combustibles fósiles que estén a su disposición: petróleo, gas y carbón. Al no tener ningún compromiso con los objetivos ambientales de sus predecesores, ha proclamado que hará todo lo que deba hacer para defender a los productores de petróleo estadounidenses.

Para la administración Trump, los empleos del sector petrolero en su país, 1,1 millones de puestos de trabajo, y la ventaja estratégica y geopolítica de ganar en alto grado su independencia energética de suministro de petróleo, es un pilar fundamental de su oferta política de cara a sus posibilidades de reelección.

Por ello, más allá de su postura a favor del libre mercado y en contra de la intervención del Estado en la economía, ha tomado la batuta de la defensa de los precios del petróleo al exigir a Rusia y Arabia Saudita que cesen su guerra de precios y lograr un recorte de producción de al menos 10 millones de barriles día de petróleo, objetivo que logró.

Pero, como ya hemos mencionado, este recorte no será suficiente para recuperar el precio y defender su propia producción nacional. El departamento de Energía ha estimado que, hacia finales de este año o durante el 2021, EEUU volverá a ser un país importador neto de petróleo por la caída de su producción de esquistos o shale oil.

Por ello la administración, por intermedio de su secretario de Energía D. Brouillette, está evaluando la posibilidad de abrir sus capacidades en las reservas estratégicas para adquirir la producción norteamericana y dejarla almacenada hasta la recuperación del precio. El gobierno federal tiene la facultad de adquirir hasta 1000 millones de barriles de petróleo para la reserva estratégica (un promedio de 3 millones de barriles al mes).



Sin embargo, para darle cobertura a su producción en exceso y pedir a sus productores que no extraigan su petroleo, dejándolo en el subsuelo y pagando una compensación por ello, el gobierno va a requerir mayores fondos, es por ello que ha intentado un acuerdo en el Congreso, acuerdo que ha sido bloqueado por los Demócratas, de obtener un paquete de ayuda de 3 billones de dólares para adquirir millones de barriles de petróleo nacional, una medida sin precedentes que deja claro el compromiso del presidente Trump en defender su producción petrolera.

Por otra parte, la administración sigue amenazando con la posibilidad de imponer aranceles al petróleo importado, si los EEUU volviese a su condición de importador neto.

Es interesante, en medio de esta realidad que afecta a la economía más liberal del mundo, que se abra la discusión de la necesidad de intervenir el mercado para regular la producción y defender el precio. Es decir la razón de ser de la OPEP. En el estado de Texas hay todo un debate entre los productores de petróleo ante la posibilidad de que el organismo regulador del estado, la legendaria Railroad Commission, regule la producción de petróleo, recortando hasta un millón de barriles día, para defender el precio y la producción.

Son tres grandes productores de petróleo los nuevos “swift producers” o reguladores del mercado: EEUU, Rusia y Arabia Saudita. Ellos están demostrando que, más allá de sus diferencias geopolíticas, se pueden poner de acuerdo en cuanto a la formación de los precios del petróleo. Es interesante observar si esta es una situación sostenible en el tiempo, dado el nivel de confrontación permanente en varios escenarios geopolíticos a nivel mundial.

Siempre hemos dicho que de no existir la OPEP, alguien más regularía el mercado. Pero no es lo mismo, en absoluto, que lo regule la OPEP, países pobres o subdesarrollados, a que lo regule un grupo de países industrializados o ricos. Son intereses distintos. La OPEP tiene que replantearse un escenario hacia el futuro para recuperar su fuerza en el mercado petrolero y, por ende, en la arena política internacional, con una organización propia, Sur-Sur.



Por otra parte, esta situación de precios bajos del petróleo, vuelve a poner sobre el tapete la discusión sobre las energías “alternativas” versus los combustibles fósiles. Con un costo tan bajo del petróleo, este seguirá siendo, por el tiempo previsible, la energía más barata y asequible para todos los países en su empeño de reactivar la economía, bien sean estos países industrializados o pobres y subdesarrollados. Las energías fósiles seguirán siendo la energía de más fácil acceso, más económica y actuarán como palanca para reactivar sus respectivos complejos industriales, manufactura, transporte y comercio.

Precios cayeron más que en 2008

El reporte mensual de OPEP del 15 de abril señala que los precios registraron en marzo la caída mensual más profunda desde la crisis financiera mundial de 2008.

Según el reporte de OPEP de abril, las principales referencias del petróleo crudo se desplomaron en marzo. La Cesta OPEP cae en un 38,9%, al igual que el Brent y WTI que bajaron 39%, para un precio promedio en marzo de 33,73 y 30,45 dólares barril, respectivamente.

El viernes 17 de abril, las referencias de precios promedio de Cesta OPEP (19 d/b) y WTI (20 d/b) descendieron en 17% y 21%, respectivamente, en comparación a los precios del lunes 6 de abril. El Brent, por su parte, se ha visto menos afectado, con un precio promedio durante la semana de 29 dólares barril, una disminución de 3 dólares barril en relación al precio promedio de la semana anterior de 32 dólares barril, una caída de 14%.

Al día de hoy, al cierre de los mercados de Europa, se han cotizado el Brent y el WTI en 28,62 y 18,34 dólares barril, disminuyendo 0,18% y 8,43%, respectivamente, respecto al cierre del día anterior.

Esta semana el WTI ha caído por debajo la barrera psicológica de los 20 dólares el barril, cerrando en 18,26 dólares por barril el viernes, después de que China informara de que su economía se había reducido en un 6,8% en el primer trimestre, la última señal de que el coronavirus está perturbando las economías de todo el mundo y diezmando la demanda mundial de crudo, haciendo temer que se cumplan las predicciones más pesimistas de precios de este marcador con valores más cercanos a los 10 dólares por barril.

El Brent y el WTI disminuyeron de manera importante posterior a la reunión de la OPEP+ del 6 de abril de 2020, con una caída de 45% y 55%, la Cesta OPEP refleja un descenso aún mayor, de 66%.


Inventarios y Demanda

La caída de los precios durante el mes de marzo y el comportamiento de los contratos a futuro, indican que el mercado está en “super contango”, tal como lo señala la OPEP en su reporte.

Contango es cuando los contratos a futuro tienen precios mayores que los precios actuales, ya que los agentes del mercado tienen la expectativa de que el precio va a mejorar. Por eso también algunos buscan almacenar crudo ahora, aunque deban pagar costo de almacenamiento, dado que el diferencial de precios bajos es muy alto.

Esta situación del mercado ha motivado a los especuladores a comprar petróleo barato y pagar el costo de almacenamiento, en tierra o flotante, en espera de una recuperación del precio. Igualmente las grandes empresas y algunos países productores están haciendo “hedging”, o compra de cobertura a su producción. Esta estrategia de protección, permite a las empresas conseguir financiamiento considerando las expectativas de mejores precios a futuro, en base a lo cual pueden negociar con los financistas contratos a futuro en base a su producción actual, tal y como ha hecho México en el pasado.

El mercado está inundado tras dos meses de guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita y el colapso de la demanda, con millones de barriles de petróleo barato (“cheap oil”), fluyendo a los depósitos de inventarios mundiales de EEUU, Europa, India y China. Algunos analistas estiman que estos llegaran al máximo de sus capacidades para mediados de este mismo año.

En el reporte del mes de abril de la OPEP, se estima que para el 2020 la demanda mundial de petróleo se revisa a la baja en 6,9 mb/d. La contracción en el segundo trimestre alcanzará unos 12 mb/d, y en abril una contracción de unos 20 mb/d.

El crecimiento de la demanda de petróleo de los países no pertenecientes a la ​OCDE se ajusta a la baja en 3,2 mb/d para contraerse en 2,9 mb/d para el año. El impacto del Covid-19 está afectando el crecimiento de la demanda de casi todas las regiones del mundo, con una reducción del consumo de petróleo, en particular el combustible de transporte.

En el resto del año se espera que EE.UU, Europa, países de Asia, Oriente Medio y otras regiones, reduzcan sustancialmente la movilidad, lo que afectará aún más la demanda de combustibles. La OPEP estima que la demanda total de petróleo en el mundo se ubique en 92,82 mb/d para el 2020, con un consumo mayor esperado en el segundo semestre que en el primero.



Las condiciones actuales son “la tormenta perfecta para la destrucción de la demanda” según el reporte de abril de OPEP, que prevé que el año 2020 registrará una demanda negativa de petróleo, con más margen para la baja, si las condiciones actuales siguen empeorando durante el resto del año. Sin embargo, se espera que la demanda de petróleo en 2021 repunte, expectativa que depende directamente de la recuperación de la economía mundial.

Por su parte la Agencia Internacional de Energía (EIA por sus siglas en inglés), estima que el consumo mundial de petróleo y combustibles alcanzó un promedio de 94,4 mb/d, en el primer trimestre de 2020, lo que supone una disminución de 5,6 mb/d con respecto al mismo período de 2019. Las proyecciones para la demanda mundial de petróleo y combustibles son a la baja con 5.2 millones de b/d en 2020, para aumentar en 6.4 millones de b/d en 2021.

Tanto la EIA como la OPEP calculan un desplome de la demanda mundial de petróleo en abril cercano al 20% del total, alrededor de 20-25 millones de barriles día, lo cual refleja las importantes perturbaciones en la actividad económica mundial debido a la pandemia del COVID-19.

Coronacrash

Al día de hoy, la Organización Mundial de la Salud en su página web indica que en las últimas 24 horas se han reportado nuevos países con casos confirmados. A la fecha se alcanzó un total de 2.078.605 casos en el mundo, Europa registra el 50% y 49% América, principalmente Estados Unidos que en las últimas semanas llegó a tener el 30% del total de contagios con 660 mil personas infectadas. En el mes de abril China ha reportado 52 nuevos casos, para un total de 83 mil casos confirmados.



La lucha contra la pandemia de coronavirus está entrando en una nueva fase.

Las mayores economías del mundo están tomando medidas provisionales para reiniciar industrias vitales y permitir que algunas personas vuelvan a trabajar.

La canciller Angela Merkel dijo el miércoles que Alemania suavizará gradualmente algunas restricciones a los negocios a partir de la próxima semana, y Volkswagen anunció una reapertura por etapas de sus plantas europeas.

España, Italia, Austria, Dinamarca y la República Checa también están levantando algunas medidas de bloqueo. En Asia, donde se originó la pandemia, China y Corea del Sur siguen reduciendo las restricciones a la vida pública y el trabajo.

FMI

El trauma causado por la pandemia en las economías desarrolladas ha sido bien documentado. Ahora, el Fondo Monetario Internacional está advirtiendo sobre el impacto en los países más pobres.

Más de 100 países han solicitado hasta ahora ayuda de emergencia, dijo Kristalina Georgieva, directora general del FMI, en una reunión de ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 el miércoles.

Georgieva dijo que el FMI está listo para utilizar su “caja de herramientas completa y 1 billón de dólares de potencia de fuego” de capacidad de préstamo, señalando que 10 países han recibido hasta ahora fondos de emergencia, y la mitad de los países restantes deberían recibir sus líneas de vida financiera solicitadas para finales de abril.

El FMI espera que el PIB mundial se contraiga en un 3% en 2020, una recesión mucho peor que la que siguió a la crisis financiera mundial de 2008.

De cara al futuro del desenlace de la crisis del COVID-19, el FMI prevé tres escenarios. El primero, un retraso en contener la pandemia. El segundo, un rebrote en 2021. Y el tercero, ambas cosas, el retraso y el rebrote que la pandemia se apague en la segunda mitad de 2020 y que las medidas de contención se vayan retirando gradualmente. Ese escenario contempla que los confinamientos se concentren en el segundo trimestre, con una gradual recuperación o desescalada posterior.



EEUU. 

Este martes Estados Unidos anunció que suspenderá su aporte a la OMS, la medida se aplicaría mientras se realizaba una revisión papel de la OMS en las “graves” fallas en la gestión de la pandemia del Covid-19, así como en el presunto “ocultamiento” del alcance de los contagios. En sus declaraciones, el presidente D. Trump señala que el brote se podría haber contenido si la OMS hubiera enviado expertos a China en su momento.

El desempleo se acerca al 20%

Más de 5 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada. Lo que eleva a 22 millones el total de solicitudes desde que la pandemia de coronavirus estranguló la economía de EE.UU. y borró efectivamente una década de creación de empleo.

Las últimas cifras sugieren una tasa de desempleo que actualmente ronda al menos el 17%, muy por encima del 10% alcanzado a raíz de la recesión que terminó en 2009.

La semana pasada también marcó el momento en que los bancos comenzaron a prestar a las pequeñas empresas para mantener las nóminas intactas, parte de un paquete de estímulo de 2 mil millones de dólares. El Programa de Protección de Cheques de Sueldos estaba apunto de agotar sus 349 mil millones de dólares en fondos esta semana.

La mayoría de los economistas espera un repunte a partir del segundo semestre, aunque podría llevar varios años volver a los niveles de empleo observados antes de que el Covid-19 llegará a los Estados Unidos.

Los datos económicos de EE.UU. muestran un profundo golpe en marzo, un colapso en abril

Las ventas y la producción de las fábricas de EE.UU. registraron descensos históricos en marzo, comparables solo con los registrados luego de la Segunda Guerra Mundial.

El índice de condiciones comerciales generales del Banco de la Reserva Federal de Nueva York cayó 56,7 puntos hasta -78,2, el más bajo de los registros en 2001, según un informe publicado el miércoles.

JPMorgan Chase & Co. dijo en una nota que sigue esperando una disminución del 40% anualizado del producto interno bruto en el segundo trimestre.

Vuelve la Texas Railroad Commission.

Ante el colapso de los precios y la caída de la producción en los EEUU, algunos productores han hecho llamados para que el estado de Texas emita un recorte en la producción de petróleo, un paso que no se ha dado desde la década de 1970. La Comisión de Ferrocarriles, que supervisa la industria del petróleo y el gas de Texas, discutió la propuesta a principios de esta semana y se espera que llegue a una decisión a finales de mes.

Los productores solicitantes de la intervención de la comisión reguladora argumentan que el hecho de no aplicar los topes de producción podría poner en peligro los puestos de trabajo, subrayando que los Estados Unidos deben proteger a sus trabajadores y enviar al mismo tiempo un mensaje unificado al mundo.

A finales de marzo, el petróleo crudo de los Estados Unidos llegó a tener precios inferiores a 8 dólares barril. Los más afectados son las ventas spot cerca de los centros de producción y la reducción del consumo de las refinerías. Según la última encuesta de la Dallas Fed Energy Survey, reporta la EIA en su informe semanal, los precios del WTI necesitan un promedio entre 23 y 36 dólares barril para cubrir los gastos operativos de los pozos existentes en los EEUU.

La depresión de los precios del petróleo ha obligado a muchos productores a recortar sus dividendos y sus gastos de capital para proteger sus balances ante las crecientes pérdidas financieras.



El gigante petrolero Exxon recortó 10.000 millones de dólares de su plan de gastos de capital para 2020, mientras que otras once de las mayores empresas de petróleo recortaron casi 34.000 millones de dólares de sus planes, según los datos recopilados por S&P Global Market Intelligence.

Las compañías de petróleo norteamericanas están despidiendo a miles de trabajadores a medida que los precios del petróleo se desploman, lo que lleva a los reguladores del mayor estado productor de petróleo de los Estados Unidos a entrar en la política mundial del petróleo y considerar los llamados a recortes. Los precios del petróleo crudo de EE.UU. cayeron durante la audiencia a menos de 20 dólares por barril, el más bajo de los últimos 18 años.

La industria se enfrenta a un colapso económico histórico con 3 a 10 dólares por barril de petróleo en las próximas semanas, advirtió el martes el director ejecutivo de Pioneer, Scott Sheffield, a los comisionados. Se espera que los comisionados voten por la moción de las compañías petroleras el 21 de abril.

Algunas de las compañías petroleras más grandes e influyentes del estado, Exxon Mobil Corp, Chevron Corp y Occidental Petroleum Corp, se han opuesto a la imposición de límites, junto con algunas de las organizaciones comerciales más grandes.

Sin embargo, la idea ha ganado adeptos en otros lugares. Un grupo de productores de petróleo de Oklahoma presentó una solicitud a ese estado para una audiencia para considerar las restricciones a la producción. Está previsto que tenga lugar el 11 de mayo.

El Fondo de Rescate se agotará hoy, dejando a las pequeñas empresas cerradas

Se espera que un programa federal de ayuda de 349.000 millones de dólares para las pequeñas empresas de EE.UU. se quede sin dinero esta tarde, y muchos aún esperan conseguir un salvavidas, según funcionarios familiarizados con la situación.

Los préstamos garantizados por el gobierno se conceden por orden de llegada. Pero sin más financiación, muchas pequeñas empresas que han inundado los bancos con solicitudes no obtendrán ayuda, dijeron los defensores.

Los republicanos buscaron aprobar 250 mil millones de dólares adicionales para el programa la semana pasada, pero el esfuerzo se estancó con los demócratas que también querían cambios en el programa y más ayuda para otros grupos.

El programa, que fue promulgado el mes pasado como parte de un paquete de ayuda de 2,2 trillones de dólares en respuesta a la pandemia del coronavirus, ofrece préstamos de hasta 10 millones de dólares.




La administración Trump publicó directrices que podrían permitir a los estados y a los empleadores abandonar la mayoría de las prácticas de distanciamiento social en el plazo de un mes.

El presidente Trump publicó el jueves, directrices para que los estados las consideren cuando decidan relajar la orden de quedarse en casa y otras medidas de distanciamiento social promulgadas para frenar la propagación del virus. El breve documento establece un proceso de tres etapas y deja muchas decisiones difíciles a los estados.

El presidente no fijó plazos, ni exigió ninguna acción en particular y ofreció poca ayuda federal. Una página del documento dice que los estados que emprendan la reanudación de la vida normal deben planear asegurar “independientemente” el equipo de protección y el equipo médico para sus hospitales.

“Un cierre nacional no es una solución sostenible a largo plazo”, dijo Trump el jueves en su conferencia de prensa diaria en la Casa Blanca. “Ahora que hemos pasado la cima en nuevos casos, estamos empezando nuestra vida de nuevo.”

La Casa Blanca esbozó un plan para reabrir la economía de EE.UU. en un enfoque escalonado de tres fases. No todos los estados seguirán la misma línea de tiempo en esto, con el corredor del noreste que se espera que se reabra más tarde, después de que Nueva York fuera el epicentro del brote durante semanas.

No se espera que las actuales directrices federales sobre el distanciamiento social se renueven cuando expiren el 30 de abril. Funcionarios de EE.UU. dijeron que la Casa Blanca trabajará en estrecha colaboración con los estados para garantizar que los esfuerzos de reapertura se hagan de forma segura y solo cuando se considere que los brotes locales están contenidos.

Muchos estados no están listos para reabrir. Algunos ya han extendido sus propias pautas de distanciamiento social más allá del 1ero de mayo.

CHINA:

El coronavirus llevó a la economía de China a su primera contracción en décadas en el primer trimestre. El producto interno bruto se redujo en un 6,8% con respecto a hace un año. La economía no se había contraído en un año completo desde la década de 1970.



Horas después del informe, los líderes del país se comprometieron a ofrecer más estímulos, incluyendo recortes en las tasas de interés para impulsar la demanda interna. Las autoridades mantendrán la liquidez “razonablemente amplia” recortando la cantidad de reservas que los bancos necesitan mantener.

Tanto el comercio minorista como la producción de las fábricas mostraron una mejora con respecto a los dos primeros meses, lo que sugiere una estabilización de la actividad económica. Pero los datos en general indicaron que una lucha cuesta arriba espera a la segunda economía más grande del mundo

Aunque las exportaciones cayeron menos de lo previsto en marzo al restablecerse gradualmente la capacidad de producción, con una contracción menor de lo esperado en la producción industrial de marzo de 1,1%, ya que las fábricas volvieron a funcionar en medio de la disminución de los cierres, los economistas advierten que se avecinan vientos contrarios a medida que el resto del mundo se cierra y la demanda externa disminuye.

La tasa de desempleo disminuyó en marzo a 5,9% desde el récord de febrero de 6,2%. Eso sugiere que China está evitando hasta ahora el tipo de destrucción de empleo visto en los EE.UU., donde más de 5 millones de estadounidenses solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada.

Aunque el FMI espera que la economía mundial se contraiga un 3% este año, sin embargo se espera que China crezca un 1,2% en 2020 y un 9,2% el año que viene, lo que la convierte en la economía con mejores resultados.

Sin las predicciones del FMI

ACN/Rafael Ramírez – [email protected]

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Opinión

Jueves Santo: origen, significado y por qué se conmemora en Semana Santa

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Jueves Santo: origen, significado y por qué se conmemora en Semana Santa-Agencia Carabobeña de Noticias – ACN – Opinión
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La iglesia católica explica el origen, el significado y el por qué se conmemora el Jueves Santo en Semana Santa.

Según el portal As.com, este día se comienza el Triduo Pascual, el periodo durante el cual la liturgia conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Constituye el momento central de la Semana Santa y del año litúrgico.

La Última Cena

En el Jueves Santo el cristianismo conmemora la institución de la Eucaristía en la Última Cena, el lavatorio de los pies y la oración; en el huerto de Getsemaní. Según relata la Biblia, la Última Cena es el momento en el que Jesús se reunió con los doce apóstoles para despedirse de ellos; antes de su muerte. Además, durante esta cena les anunció que uno de ellos le traicionaría, dando a entender que era Judas Iscariote.

Jueves Santo: origen, significado y por qué se conmemora en Semana Santa

Los Evangelios narran asimismo que durante esta reunión Jesús realizó un lavatorio de pies a todos sus compañeros. Un gesto que para la Iglesia es un símbolo de entrega a los demás. No obstante, el momento más relevante de la Última Cena; es el que la Iglesia considera como la institución de la Eucaristía; uno de los siete sacramentos para los católicos.

Institución de la Eucaristía

Este hecho se produce cuando Jesús toma el pan, lo parte y lo reparte entre los comensales diciendo: “Tomad y comed todos de él; porque este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”. A continuación toma un cáliz lleno de vino y dice: “Tomad y bebed todos de él; porque este es el cáliz de mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna. Que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”.

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Y concluyó: “Haced esto en conmemoración mía”. Esta última frase es interpretada por la Iglesia como la institución del Orden Sacerdotal, otro de los siete sacramentos.

De esta manera, la misa del Jueves Santo se consagra al éxito en la muerte de Cristo, que habría dado su vida para salvar a la humanidad de sus pecados. Según detalla la agencia de noticias católicas Aciprensa, esta fecha se debe celebrar “lo más solemnemente posible. Los cantos,  mensajes y los signos, no debes ser ni tan festivos; ni tan jubilosamente explosivos como la Noche de Pascua”.

Con información de ACN/As.com

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