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Venezuela no tiene gasolina

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La militarización de las pocas estaciones de servicio que siguen operativas y la venta de combustible a sectores priorizados, solicitando permisos especiales o salvoconductos, son solo la cubierta coyuntural a un grave problema de fondo que promete agravar la crisis económica venezolana, más allá de las secuelas del coronavirus. Venezuela no tiene gasolina y es poco lo que se puede esperar en lo inmediato para resolver esta situación.

Restricciones en la venta de combustible

Las restricciones en la venta de gasolina no responden a la medida de aislamiento social dictada por las autoridades para contener la propagación del Covid-19. Si bien las autoridades aplicaron la medida de restricción en simultáneo con las acciones de contención del brote de coronavirus en el país, la verdad es que esto parece responder a las serias fallas en la oferta de combustibles ya existentes y que se enmascaran en este contexto. Esta suspensión de los despachos es general y el control del surtido está en manos de la Fuerza Armada, aparentemente basándose en el Estado de Alarma decretado en todo el país el 13 de marzo. Sin embargo, el propio Decreto 4.160, de la Gaceta Oficial Extraordinaria 6.519, deja claro que “los expendios de combustibles y lubricantes” no serán objeto de la suspensión de actividades ordenada.

Las fallas no ocurren por el bloqueo naval

Las fallas no ocurren por el bloqueo naval anunciado el 1o de abril por Estados Unidos, como aseguran las autoridades venezolanas. El pasado 1 de abril Washington anunció una acción militar para contener flujos del narcotráfico en el Pacífico y en el Caribe; pero las graves fallas en el suministro de combustible en el país responden a la escasez del producto, algo que lleva años ocurriendo. La escasez de gasolina, largamente denunciada por los venezolanos, es un problema grave especialmente en el interior del país, pues las autoridades habían privilegiado el surtido a Caracas para disminuir la exposición de la crisis. Se estima que cerca de 50% de la poca disponibilidad de gasolina se repartía en la capital de la nación y el resto se asignaba, con regímenes especiales, al resto de los estados, donde se reportaban colas de días para surtir los vehículos. Pero en la actualidad la escasez es tal que ya no se puede disimular.

Desinversión acumulada

La gasolina escasea por desinversión acumulada a lo largo de varios lustros, la politización y el endeudamiento de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), más la mala gerencia en general de la Industria, tienen a varias de las unidades del sistema refinador prácticamente paralizadas. En la última semana de enero, según Platts, hubo un momento crítico cuando todas las refinerías estuvieron inactivas en simultáneo. Aunque el sistema refinador venezolano tiene una capacidad para procesar 1,3 millones de barriles diarios se estima que su producción no ronda los 40.000 barriles, según datos de la Asamblea Nacional (AN). Lo que hacen los técnicos es “canibalizar” piezas y repuestos de unas refinerías para usarlas en otras, a fin de mantener una operatividad mínima en parte de las instalaciones. Recientemente los esfuerzos están centrados en hacer reparaciones urgentes en la Refinería El Palito, donde se centran las esperanzas de que se pueda comenzar a producir algo de gasolina de 91 octanos.

Un retroceso abismal

El mercado venezolano, según indican algunos registros, para el consumo de gasolina en 2014 en Venezuela era de 300.000 barriles diarios mientras que el de diésel rondaba los 190.000; pero al cierre de 2019 había retrocedido a 80.000 barriles diarios de gasolina y a unos 60.000 de diésel. Actualmente se estima que el consumo total apenas llega a 110.000 barriles por día. Además de que hay una menor oferta, también se ha reportado una contracción de los vehículos en circulación. A mediados del año pasado la Cámara de Fabricantes Venezolanos de Productos Automotores (Favenpa) estimaba que cerca de 50% del parque automotor estaba paralizado.

Se acrecenta dependencia de los suministro externos

Ante la cada vez más baja producción local las autoridades han recurrido a la importación de combustibles, así como de mezclas y productos necesarios para refinar. Esta tendencia ha venido aumentando con los años, acrecentando la dependencia de los suministros que llegan del exterior. Iván Freites, miembro de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futep), sostiene que al menos 70% de la gasolina que se consume en el país es suplida con importaciones. La producción local de diesel o gasoil es precaria, de allí que también se importen combustibles que son clave para atender el sistema termoeléctrico del país. Las importaciones de combustibles ocurren desde hace ya muchos años en el país, lo que hoy se ha agravado en el marco de las sanciones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro y de sus serias limitaciones financieras para pagar por estas operaciones, por lo que no se logran ni los volúmenes ni los flujos constantes requeridos para satisfacer la demanda.

La contracción de la economía venezolana

La gasolina no escasea por culpa de las sanciones internacionales. La contracción de la economía venezolana comenzó en 2014 a la par de un retroceso significativo de los ingresos petroleros, lo que comenzó a poner en evidencia las fallas del modelo económico aplicado en el país. Ya en 2016 se reportaban racionamientos de agua y electricidad, y comenzaban a notarse problemas con la gasolina. De hecho, se ajustó su precio para tratar de compensar los costos de producción y garantizar los suministros; pero el costo político asociado al tema impidió que el aumento colocara el importe en el nivel de equilibrio y evitó que se hicieran otras correcciones a futuro. Las pérdidas anuales por este subsidio a la gasolina, la más barata del mundo, se calculaban entonces en alrededor de 5.000 millones de dólares, un monto que superaba ampliamente las asignaciones presupuestarias para otros gastos fundamentales. Así que, además de propiciar la desinversión en la industria petrolera, la estrategia terminó estimulando el contrabando de gasolina en desmedro de atender las necesidades del mercado local. Según Ecoanalítica, esta actividad ilícita es una de las rentas de las que se nutre el régimen de Nicolás Maduro. La firma calcula que en 2018 le generó unos 2.790 millones de dólares en ingresos. Vale decir que las primeras sanciones de Estados Unidos ocurrieron en agosto de 2017. De allí que el diputado a la Asamblea Nacional, Elías Matta, sea claro al señalar que la escasez de gasolina “no es culpa de ninguna sanción, sino de Maduro que ha sido un gran irresponsable en el manejo de la industria petrolera”.

Salida de Rosneft Impactó flujos de importación de gasolina

La salida de Rosneft de Venezuela y su impacto en los flujos de importación de gasolina: en el contexto de las sanciones internacionales Rosneft llegó a manejar más de 60% de las operaciones de hidrocarburos venezolanos, es decir, de las exportaciones e importaciones. De allí la importancia de la salida de Rosneft de Venezuela, que fue formalizada el 28 de marzo. Todavía faltan precisiones acerca del rol que cumplirá el Gobierno de Rusia en el manejo de los activos que Rosneft tenía en el país, así como en sus gestiones comerciales, que fueron precisamente las que motivaron la aplicación de sanciones por parte de Estados Unidos a sus unidades Rosneft Trading S.A. y TNK Trading International S.A. Tampoco hay que perder de vista que Washington anunció que levantará estas sanciones si Rosneft Trading corta operaciones con Venezuela.

No hay garantía

No hay garantía de suministro de gasolina para el transporte de alimentos y otros rubros prioritarios. Las autoridades aseguran que la prioridad es garantizar la producción de rubros y servicios esenciales, así como garantizar su distribución a la población, para lo cual han tenido reuniones de trabajo con varios gremios empresariales. El sector privado ha solicitado que se les garantice combustible para poder lograr este objetivo, pues desde el 13 de marzo hay serias restricciones en el suministro. El presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), Aquiles Hopkins, lo resume de manera simple: “Sin gasolina no hay comida”. Tareck El Aissami, como vicepresidente del Área Económica, dijo este 3 de abril que se aplicará un “Plan Especial de Suministro de Combustible dirigido a garantizar la movilidad de los sectores priorizados en el marco del Estado de Alarma decretado por el presidente Nicolás Maduro”. Cuando se dictó la medida de aislamiento social masivo se señaló que tales sectores son salud, alimentos, cuerpos de seguridad, servicios públicos, transporte y medios de comunicación.

Las perspectivas llenas de incentidumbre

Las perspectivas en cuanto al suministro de gasolina no son optimistas. Las sanciones a Rosneft Trading y TNK Trading, aplicadas en febrero, restringieron la comercialización de hidrocarburos venezolanos, es decir, tanto el crudo que se exporta como el combustible que ingresa. Según reportes de Reuters, Rosneft no tomó cargamentos de petróleo venezolano en marzo y, tras el anuncio del cese de operaciones en el país, dos cisternas fletados por la empresa abandonaron las aguas venezolanas sin carga. Así, las importaciones de combustible bajaron a 84.000 barriles diarios en marzo, mientras que en enero y febrero llegaron a 165.000 y 175.000. Además, los ingresos de la nación vienen cayendo por diversos factores, tendencia que ahora se acentúa con el desplome de los precios del crudo que colocan la cesta petrolera venezolana en 13,73 dólares al 3 de abril. El crudo nacional ha perdido cerca de 70% de su valor en lo que va de año y en consecuencia caerán los ingresos esperados por esta vía, los cuales antes de esta situación ya se estimaban en 50% menos de lo registrado en 2019. Tampoco hay que perder de vista que los costos de producción rondan los 10 dólares por barril. Sin recursos y sin claridad de por cuáles vías podrá comercializar hidrocarburos se hace cuesta arriba mantener los suministros que el mercado necesita.

Aun así no ha sido suspendido envío de gasolina a Cuba

En esta crisis las autoridades no suspendieron el envío de petróleo y combustible a Cuba. Venezuela siempre ha sostenido sus suministros en términos preferenciales a Cuba desde que se firmó un acuerdo de cooperación en el año 2.000 y lo sigue haciendo en la actualidad, aun con la escasez de gasolina que afecta a los venezolanos. Según Argus, solo en los últimos días de marzo salieron dos cargas hacia La Habana con casi 800.000 barriles de crudo y productos desde Amuay, en Falcón. Reuters, por su parte, aseguró que en esa fecha se enviaron unos 400.000 barriles de diésel y combustible para aviones a Cuba. Además, durante todo marzo Cuba metales recibió 105.000 barriles por día de crudo y combustible venezolano.

ACN/Prensa La Gran Aldea

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Fundaredes exige la liberación de su director detenido hace 1.000 días

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Fundaredes exige liberar a su director que cumple 1000 días detenido - Agencia Carabobeña de Noticias
Javier Tarazona.
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La ONG venezolana Fundaredes exige liberar a su director que cumple 1000 días detenido, considerado por diversas organizaciones “preso político”, quien cumple hoy 1.000 días detenido.

“Detenido y acusado sin pruebas: Javier Tarazona lleva 1.000 días privado de su libertad por defender los derechos humanos en Venezuela. ¡Defender DDHH no es un delito! ¡Basta de atropellos!”, señaló la organización en un mensaje publicado en la red social X.

Fundaredes sostuvo que el Estado de Venezuela “viola flagrantemente los derechos humanos de Javier Tarazona al someterlo a un proceso judicial plagado de irregularidades y abusos”.

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Fundaredes exige liberar a su director que cumple 1000 días detenido

El activista, preso desde julio de 2021, fue la principal voz de denuncia de un conflicto entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y disidencias de las FARC que se desarrolló en una zona fronteriza con Colombia ese año, ante la falta de datos oficiales.

En enero pasado, Tarazona denunció ante un tribunal haber sufrido torturas, de acuerdo al presidente de la ONG Foro Penal, el abogado Alfredo Romero.

“No estamos diciendo que hubo o no tortura, pero la víctima dice que fue torturada y se requiere, obviamente, una investigación”, dijo Romero en una rueda de prensa.

Aseguró que el tribunal, ante la “presión de esas denuncias”, las ha “remitido” a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio Público (MP, Fiscalía), ente al que “requirió que se investigara”.

Víctima del “retardo procesal”

Tarazona, víctima de un “retardo procesal”, según organizaciones y abogados, fue detenido el 2 de julio de 2021 cuando acudió a la sede de la Fiscalía en Coro, capital del estado Falcón (noroeste), a denunciar que estaba siendo víctima de acoso y persecución por parte de funcionarios de la Policía de esa región, agentes del Sebin y sujetos sin identificar, según denunció entonces la ONG.

Posteriormente, fue imputado por incitación al odio, terrorismo y “traición a la patria”.

ACN/MAS/EFE

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